Valls opinó que el gobierno no ha podido convencer a los ciudadanos de que Francia se encuentra "de camino a mejorar" pese a la actual crisis económica.
En declaraciones al canal RTL, el jefe de gobierno anunció que seguirán adelante con las reformas. Sin embargo, también añadió: "Necesitamos volver a bajar los impuestos, entre ellos el impuesto a la renta".
Valls consideró "preocupante" que los seguidores de los socialistas no hayan salido a votar "una vez más".
En las elecciones europeas de este domingo la fuerza más votada fue el extremista de derechas Frente Nacional (FN). Valls habló de un "terremoto". El partido de Marine Le Pen sumó según los resultados provisionales un 24.9 por ciento de los votos (cuando en 2009 obtuvo un 6.3 por ciento) y por primera vez fue el más votado del país en una elección nacional.
Pese a la victoria, Valls rechazó celebrar elecciones anticipadas y disolver el Parlamento, como había exigido Le Pen.
El conservador UMP fue el segundo más votado, con un 20.8 por ciento (2009: 27.9 por ciento). Los socialistas cosecharon un 14 por ciento (2009: 16.5 por ciento). El partido de centro derecha UDI obtuvo el 9.9 por ciento de los votos y los Verdes cayeron al 9 por ciento (frente el 16.3 por ciento de 2009). La izquierda radical del Front de Gauche obtuvieron el 6.3 por ciento.
En el Palacio del Elíseo el mensaje enviado fue que el gobierno debe actuar de forma más rápida y concreta para recuperar la confianza de los franceses.
Hollande se reunió con Valls y los ministros del Exterior Laurent Fabius; de Finanzas, Michel Sapin; de Interior, Bernard Cazeneuve, el portavoz del gobierno Stéphane Le Foll y el secretario de Estado para Europa Harlem Désir, para deliberar también sobre los preparativos de la cumbre de la UE esta semana.
La participación electoral subió del 40.6 por ciento de 2009 al 42.4 por ciento. En Francia unos 46 millones de ciudadanos estaban llamados a elegir a los 74 eurodiputados que el país envía al parlamento de Estrasburgo. (DPA)