El antiguo periodista del diario inglés The Guardian habló con dpa sobre las reformas impulsadas por Barack Obama en las prácticas de espionaje masivo, el papel que juega el periodismo y lo que llamó la "obligación moral" de Alemania de otorgar asilo a Snowden.
dpa: Usted ha publicado una serie de artículos sobre el almacenamiento masivo de datos por parte del gobierno estadonidense. ¿Hay algo que lo haya conmocionado de forma especial?
Greenwald: Creo que lo más importante y lo que más atónito me dejó fue el alcance de lo que están haciendo los órganos de inteligencia. Literalmente, el objetivo de Estados Unidos y sus cuatro aliados de habla inglesa -el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda- es eliminar la privacidad a nivel global. Y no es una exageración, es realmente su meta. Su objetivo es recolectar y almacenar y, cuando se les ocurra, monitorear y analizar todas las formas de comunicación electrónica entre los seres humanos. La magnitud de sus ambiciones es notable.
dpa: ¿Ha colmado sus expectativas iniciales el impacto global de las revelaciones?
Greenwald: Se ha desatado un debate sobre los peligros del secretismo del gobierno, el papel que juega Estados Unidos en el mundo, las formas en las que los ciudadanos confían en los argumentos de sus gobernantes, el papel que debe jugar el periodismo y su relación con funcionarios poderosos. Así que creo que hay un debate a gran escala que ha superado los límites del tema del espionaje.
dpa: Al mismo tiempo, hay cierto grado de apatía pública. ¿Qué más podemos esperar?
Greenwald: No veo mucha apatía. Veo más bien lo contrario. Esta especie de indignación continua no solamente sobre el hecho de que fuera creado este sistema de vigilancia, sino que ocurriera completamente en secreto y más allá de cualquier control democrático. Hay mucho por reportar aún. Parte de lo que hago como periodista es pensar en cómo garantizar que las revelaciones sean diferentes de las que ya han salido a la luz.
dpa: El Parlamento alemán lanzó recientemente una investigación sobre el espionaje masivo. ¿Qué importancia cree Ud. que tendría que Snowden atestiguase en persona?
Greenwald: Snowden cuenta con todo tipo de información por haber trabajado dentro del sistema durante casi una década, información que no estamos en condiciones de dar a conocer. Creo que sería increíblemente irresponsable por parte de los investigadores si no hicieran todo lo que esté en su mano para poder preguntar a Snowden en persona. Si no lo hacen habrá enormes vacíos en su investigación, sólo porque no quieren molestar a los políticos al traer a Snowden aquí.
dpa: ¿Qué piensa Ud. de la posibilidad de que Alemania otorgue asilo político a Snowden?
Greenwald: Los alemanes se enteraron de la existencia de esta vigilancia masiva gracias a los riesgos y sacrificios hechos por Snowden y están ahora más preparados para proteger su derecho a la privacidad. Los más altos cargos de la clase política alemana, incluidos los elegidos de forma democrática, tuvieron conocimiento de que hasta su propia privacidad fue violada. Por ello creo que sería ofensivo y amoral que (Alemania) no estuviera dispuesta a afrontar cambios leves y temporales en su relación con Estados Unidos.
dpa: ¿Cómo respondería a aquellos que lo acusan de ser más un activista que un periodista?
Greenwald: La realidad es que pienso que todos los periodistas somos activistas, de manera consciente o inconsciente. La verdad es que el periodismo implica hacer elecciones sumamente objetivas y tendenciosas. Todos tenemos afinidades y puntos de vista sobre quién debería ser oído y quién no, sobre lo que amerita una noticia y lo que no. La cuestión para mí no es si soy activista sino si soy un periodista honesto. Es preguntarse si uno cuenta a los lectores cuáles son sus propias elecciones, valores y perspectivas.
dpa: El gobierno de Estados Unidos alega que las revelaciones están perjudicando la lucha contra el terrorismo. ¿Qué responde a ello?
Greenwald: Creo que es ridículo. No hemos dicho a los terroristas nada que no supieran de antemano. Osama bin Laden se comunicaba solamente a través de correos humanos. Lo que hicimos es contarle al resto de la gente (...) que el sistema de vigilancia está dirigido en realidad contra ellos y no contra los terroristas. El enojo de parte del gobierno estadounidense y del gobierno británico se debió no a que minásemos la seguridad nacional, sino a que perjudicamos su reputación y su habilidad para espiar al mundo entero.
dpa: ¿Cree Ud. que hay alguna justificación para esta vigilancia en algún caso?
Greenwald: Al igual que yo, Snowden reconoce que, por supuesto, hay casos de vigilancia legítima. Si el gobierno tiene pruebas que presenta a un tribunal de que alguien está involucrado en un ataque terrorista o está complotado para actuar con violencia contra otros (...), creo que todo el mundo admite que en estos casos la vigilancia es válida y está justificada. Dudo de que Snowden hubiese hecho algo si el espionaje se hubiese limitado a este tipos de casos. (DPA)