Grecia aprueba programa de ayudas sin tener en cuenta a acreedores

El Parlamento griego aprobó hoy un paquete de ayudas de 200 millones de euros para la población necesitada, sin haber consultado previamente a los inspectores de los países acreedores de Grecia.

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El primer ministro griego, Alexis Tsipras.

Las ayudas se traducen en bonos de comida y suministro eléctrico para las personas sin recursos, así como en la posibilidad de que quienes tengan pendientes los pagos de deudas al estado y las cajas de pensiones, lo puedan hacer hasta en 100 plazos.

"Apoyamos a los débiles y necesitados", explicó el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que implementa así una de sus principales promesas electorales.

El mandatario criticó además a los inspectores de las instituciones acreedoras (el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea) y se preguntó en medio de la ovación del Parlamento: "¿Quién tiene el valor y el derecho de enviar una carta que condena a miles de griegos a helarse de frío?".

En una carta enviada a la prensa griega, el representante jefe de la Comisión Europea en el grupo técnico que supervisa a Atenas, Declan Costello, criticó ya previamente con dureza la actuación en solitario de Grecia. Lo que hace el gobierno de Grecia no está acordado con ellos (los acreedores) y no se ajusta a lo acordado, apuntó.

La Comisión cree que esas medidas podrían no ser compatibles con el acuerdo para la extensión de la ayuda a Grecia establecido entre Atenas y los ministros de Finanzas y Economía de la zona euro el pasado 20 de febrero.

Un "elemento central" de ese acuerdo es que "las autoridades griegas tienen que trabajar de forma contstructiva con las instituciones (...) lo que implica que tiene que habar consultas sobre nuevas medidas", afirmó el comisario de Economía, Pierre Moscovici.

Tsipras anunció además que durante la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, que arranca mañana en Bruselas, volverá a presentar la situación de Grecia y promoverá una solución política.

Según el jefe de gobierno griego, no puede ser que los expertos digan a los políticos elegidos en las urnas cómo deben actuar. "A partir de ahora los políticos hablarán con políticos y los tecnócratas con tecnócratas", dijo Tsipras.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, se mostró escéptico. Si se tiene en cuenta la "tragedia" en la colaboración con las instituciones de la UE en Atenas, resultará difícil encontrar una solución, algo que no cambiarán todas las reuniones posibles. "Grecia tiene cada vez menos tiempo", advirtió Schäuble desde Berlín.

Un día antes del inicio de la cumbre, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se mostró hoy insatisfecho con la situación en Grecia. "Sigo estando preocupado", dijo el político luxemburgués tras reunirse con el primer ministro francés, Manuel Valls. "Me gustaría que tanto unos como otros volvieran a moderarse", advirtió.

Por el momento sigue sin estar claro el formato en el que se conversará sobre Grecia durante la cumbre del jueves y viernes en Bruselas. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, está en contacto con Tsipras y otros líderes de países de la UE, informó un diplomático comunitario.

El martes medios griegos apuntaron que Tsipras habría solicitado a Tusk la celebración, al margen de la cumbre, de una reunión a cinco bancas con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, François Hollande, el presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi, y Juncker. (DPA)