Arreaza pidió a los venezolanos no dejarse "manipular por la manipulación de la derecha", luego del rechazo unánime de la oposición al llamado "sistema biométrico de abastecimiento en las redes de alimentación públicas y privadas", que el presidente Nicolas Maduro redujo a un mecanismo de "captahuellas" en las redes de venta de alimentos.
"El captahuella no es para restringir compras, es para capturar contrabandistas", escribió Arreaza en su cuenta de Twitter. "El sistema se aplicará para identificar a quienes juegan, roban y se lucran con los alimentos del pueblo. Vamos tras las mafias", agregó.
El sistema de lectores de huellas dactilares, que se ha usado en los últimos diez años en el país para votar en las elecciones y las gobernaciones de los estados de Zulia y Táchira, fronterizos con Colombia, comenzó a ser instalado en supermercados para controlar las compras.
La oposición calificó de humillante el sistema, advirtiendo que impondrá límites a los consumidores. El plan se anunció en medio de un agudo desabastecimiento en los mercados y una inflación de más del 60 por ciento en los últimos 12 meses.
Maduro negó que el mecanismo vaya a racionar los alimentos e hizo énfasis en que su objetivo es acabar con el contrabando de productos hacia Colombia e islas del Caribe.
El gobernante dijo que firmará un decreto para prohibir la exportación de alimentos de la canasta básica, cuyos precios están regulados por los controles aplicados desde 2003, lo que estimula su contrabando a países vecinos.
Maduro señaló que el decreto establecerá sanciones y multas para los funcionarios que permitan por las aduanas fronterizas la exportación de esos productos.
"Queda terminantemente prohibida la exportación de todos los productos de la dieta básica del venezolano", recalcó. "Venezuela no exporta sus alimentos, los produce para consumirlos. En todo caso, importamos alguna parte de ellos", agregó.
La restricción se sumará al cierre nocturno de los pasos en la frontera de 2.219 kilómetros con Colombia, que tiene dos semanas de vigencia, dentro de un ensayo previsto para un mes.
Las operaciones comprenden la persecución de contrabandistas de gasolina, que en Venezuela es la más barata del mundo, ya que un conductor puede llenar el tanque con menos de un dólar.
El líder opositor Henrique Capriles alertó hoy que Venezuela atraviesa la "peor peor crisis económica de su historia en plena bonanza petrolera", ya que el barril petrolero tiene varios años con un precio promedio de alrededor de 100 dólares.
"Eso es inaceptable. El cambio de modelo nos sacará del caos", escribió Capriles en su cuenta de Twitter. "Todos los países miembros OPEP (de la que Venezuela es miembro fundador) están produciendo más a costilla de nuestro país, vivimos de la renta petrolera y ya no alcanza", añadió.
La oposición sostiene que la causa del desabastecimiento del mercado interno es por la escasez de divisas, lo que ha recortado el crédito del país para sus importaciones, y la larga lucha del gobierno contra la propiedad privada, con expropiaciones, controles y regulaciones legales. (DPA)