Alegó que la medida por la que el TSJ asumió las funciones de la Asamblea legislativa es una acción correctiva para detener la “desviada y golpista” actuación de diputados opositores declarados en desacato al máximo tribunal de este país sudamericano.
La Cancillería venezolana indicó en una declaración que las denuncias de que en Venezuela se perpetró un golpe de Estado son parte de una arremetida de gobiernos de derecha, dirigida por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
"Es falso que se haya consumado un golpe de Estado en Venezuela. Por el contrario, sus instituciones han adoptado correctivos legales para detener la desviada y golpista actuación de los parlamentarios opositores declarados abiertamente en desacato a las decisiones emanadas del máximo Tribunal de la República", señaló.
La Asamblea, con mayoría opositora, denunció el jueves que el gobierno del presidente Nicolás Maduro perpetró un golpe de Estado contra el foro legislativo, que fue elegido por 14 millones de venezolanos en 2015.
El TSJ emitió una sentencia en la que anunció que asumirá las funciones de la Asamblea, mientras ésta se mantenga en desacato, una situación que no se ha podido resolver desde las elecciones legislativa del 5 de diciembre de 2015, luego que el oficialismo impugnó la elección de tres diputado de la región de Amazonas.
El Gobierno indicó que repudiaba la arremetida de los gobiernos de la derecha intolerante y proimperialista de la región, dirigida por el “Departamento de Estado y los centros de poder estadunidenses, que mediante falsedades e ignominias pretenden atentar contra el Estado de derecho en Venezuela y su orden constitucional”.
"Estos gobiernos, que han conformado una coalición intervencionista, no han procesado aún la derrota recibida hace apenas unas horas en la Organización de Estados Americanos frente al plan injerencista contra Venezuela, que intentó imponer el señor Luis Almagro en franca violación a la legalidad internacional y nacional", afirmó.
Señaló que esa "coalición" de derecha ha desatado una "histérica campaña" contra Venezuela, ante el fracaso de sus intenciones por inmiscuirse en nuestros asuntos internos.
Asimismo, rechazó que un grupo de seis países, que no mencionó, se inmiscuya en los asuntos de jurisdicción exclusiva de Estados soberanos. Igualmente señaló que es inmoral la operación de "desestabilización sin precedentes que han desatado contra Venezuela, su revolución y su pueblo".
"Gobiernos que practican la violación sistemática de derechos humanos, que reprimen violentamente a la disidencia política, que ejecutan golpes de Estado contra las mayorías electoras, que torturan y asesinan dirigentes populares y periodistas, que promueven el modelo neoliberal causante de miseria y pobreza, de forma sorprendente, aspiran condenar a Venezuela", indicó.
A la vez, anunció que ejercerá las acciones políticas y diplomáticas que brinda el derecho internacional y "nuestro orden jurídico interno para detener y evitar la materialización de planes contra la estabilidad y la paz en Venezuela".
La Asamblea, en el centro de Caracas, ofreció este viernes un panorama normal, con los diputados asistiendo a reuniones y efectuando sus agendas. La siguiente sesión está prevista para el martes próximo.