El primer ministro francés, Jean Castex, encabezó los homenajes que se celebraron en los principales puntos donde se produjeron las explosiones y los tiroteos.
El Estadio de Francia, en Saint-Denis; los restaurantes Petit Carillon y Petit Cambodge; los bares de la Bonne Bière, Comptoir Voltaire y La Belle Équipe; y la sala de espectáculos Bataclán fueron objeto de los tributos que incluyeron ofrenda florales.
El más emotivo sucedió en el Bataclán, en pleno centro de París, donde fueron asesinadas 90 personas, la mayor parte asistentes a un concierto de heavy metal.
Durante aquella fatídica noche, actuaron varios comandos yihadistas de manera simultánea en diferentes zonas de París sembrando el caos y el pánico.
Precisamente este homenaje coincide con el mediático macrojuicio contra los yihadistas aún vivos que estuvieron implicados en los ataques.
"Hoy, París no se olvida del 13 de noviembre", dijo en Twitter la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, también presente en el tributo.