Con este acto, la ley que fue aprobada en diciembre pasado en el Parlamento ya tiene vigencia, aunque la venta en farmacias se postergará hasta noviembre próximo, mientras se ajustan los mecanismos.
Uruguay se convirtió así en el primer país del mundo en el que sembrar, comerciar y consumir mariguana es legal y forma parte de un mercado regulado en el que la droga incluso es tasada con un impuesto.
Además, por primera vez un Estado se hará cargo del cultivo, ya que la mariguana se sembrará en un predio militar, por lo que el gobierno confía en que para 2015, el mercado legal de esta droga representará ya el 25 por ciento del total de la que se consume.
El impacto de la ley ya comenzó a verse, puesto que en un año el número de personas que cultivan para consumo personal en Uruguay creció de 10 mil a más de 30 mil, según datos de la Asociación de Estudios del Cannabis.
Mujica, en tanto, ya volvió a defender esta legislación que ha abierto una polémica mundial, al afirmar que la reglamentación es muy dura, aunque reconoció que es posible que se implante “el turismo cannábico”.
La venta legal de mariguana en farmacias comenzará en noviembre próximo y el gramo costará poco menos que un dólar, lo que dará inicio a una nueva etapa en la lucha contra las drogas a nivel mundial.
En un principio, el gobierno destinará 10 hectáreas al cultivo de las cinco variedades de mariguana que se ofrecerán en las farmacias, siembra suficiente para satisfacer una demanda anual estimada entre 18 y 22 hectáreas.
Los autocultivadores, en tanto, deberán registrar sus variedades, y el máximo de tetrahidrocannabinol, que define el nivel del efecto del cannabis sobre el consumidor, será de 15 por ciento.
Otros puntos de la reglamentación señalan que quienes cultiven, tienen a partir de ahora 180 días para registrarse, que las farmacias no estarán obligadas a vender la mariguana y que la droga no se exhibirá al público.
Los consumidores, en tanto, deberán registrarse exhibiendo cédula de identidad y constancia de domicilio, pero habrá controles en el tránsito iguales a los del alcohol y las empresas podrán hacerles exámenes a sus trabajadores.