El féretro con los restos del presidente chileno Salvador Allende fue exhumado del mausoleo familiar en el Cementerio General de Santiago para iniciar las pericias que determinen las circunstancias de su muerte, que según la versión más aceptada se debió a un suicidio.
La diligencia estuvo encabezada por el juez de la Corte de Apelaciones de Santiago Mario Carroza y fue realizada por peritos del Servicio Médico Legal (SML) y de la Policía de Investigaciones, ante un equipo de forenses y antropólogos, cinco de ellos extranjeros.