El jefe del grupo parlamentario de Alternativa para Alemania en el estado de Brandeburgo, Alexander Gauland, solicitó la destitución de la agrupación y del grupo parlamentario de Jan Ulrich Weiss, quien insiste en mantener el mandato.
Weiss subió a su página de Facebook de acceso público un dibujo del banquero judío Jacob Rothschild con un texto en el que se acusa a esta familia de banqueros de "tener el control de cada banco central en el mundo" y financiar "siempre a ambos bandos de una guerra". Este tipo de clichés estaba muy propagado en la época del nazismo.
Poco más de un año después de su fundación en protesta por los millonarios rescates en la eurozona, los euroescépticos ingresaron a finales de mayo por primera vez en un Parlamento regional, en Sajonia, con 9,7 por ciento de los votos.
Dos semanas más tarde, desembarcaron en los hemiciclos de Turingia y Brandeburgo, con 10.6 y 12.2 por ciento de los votos. Además están representados con siete diputados en el Parlamento Europeo.
Los euroescépticos alemanes han sido acusados de pescar votos en las aguas de la extrema derecha con sus propuestas de limitar la inmigración, combatir con dureza la criminalidad y fomentar el aumento de la natalidad de los alemanes.
Según trascendió días atrás, cuatro de los once flamantes diputados de la AfD en Brandeburgo pertenecieron en el pasado a una agrupación de ultraderecha observada por los servicios de inteligencia alemanes.
En Sajonia, dos de los nuevos legisladores regionales de la AfD fueron miembros de organizaciones radicales de derecha, la "Juventud Vikinga" y "Blitzkrieg" ("Guerra relámpago").
"Tenemos que enfrentar con firmeza a estos populistas", demandó el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en una entrevista publicada este fin de semana por el diario "Tagesspiegel".
Schäuble sostuvo que la AfD propaga la xenofobia, instrumentaliza la criminalidad de extranjeros y ofende las fronteras abiertas. (DPA)