“Estados Unidos disfruta de una gran amistad y de una alianza perdurable con España, nuestro socio de la OTAN. Nuestros dos países cooperan estrechamente para impulsar nuestras prioridades de seguridad y económicas”, señaló el Departamento de Estado.
Cataluña es una parte integral de España y los Estados Unidos apoyan las medidas constitucionales del gobierno de España para mantener a España fuerte y unida”, remató.
Pocas horas antes, el parlamento de Cataluña proclamó la República Catalana como “un Estado independiente, soberano, de derecho democrático y social”.
Con 70 votos a favor, 10 en contra y dos abstenciones, pero con la ausencia de los diputados de oposición de Ciudadanos, Partido Socialista de Cataluña (PSC) y Partido Popular (PP), la mayoría independentista sacó adelante la secesión.
La resolución se basa en los resultados del referéndum de independencia del 1 de octubre (que no tiene reconocimiento del Estado español) en el que más de dos millones de personas votaron y dieron el triunfo al proyecto de independencia.
Asimismo, fija el llamado “Proceso constituyente” que incluye la redacción y aprobación de la Constitución de la República Catalana, y pide al gobierno local dar los pasos para su realización, y posteriormente convocar a elecciones.
La sesión tuvo una primera parte de debate en la que los grupos parlamentarios fijaron su posición, y en la que solo los grupos de Juntos por el Sí y la CUP (que suman 72 de los 135 diputados) respaldaron aprobar la declaración.