"Rafael Caro Quintero y sus años de tráfico de drogas han puesto en peligro y costado vidas estadounidenses. Estamos comprometidos a perseguir a Caro Quintero hasta que sea llevado a la justicia", dijo Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, en un comunicado.
La nota de Washington señala que Rodríguez Serrano ha ayudado a Caro Quintero "evitar ser capturado", y "ha participado en operaciones inmobiliarias" en su nombre y para su beneficio.
Caro Quintero "continúa dirigiendo un gran cartel que introduce de manera ilegal drogas en este país. Perseguir a sus colaboradores y estructura de apoyo es crucial para acabar de una vez con sus empresa criminal", agregó Timothy J. Shea, director interino de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, en sus siglas en inglés), en el mismo comunicado.
Como consecuencia, quedan congelados todos los activos que Rodríguez Serrano pueda tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíben transacciones financieras con él por parte de entidades o personas estadounidenses.
Caro Quintero se ha convertido en el fugitivo más buscado por la DEA, que ofrece una recompensa de 20 millones de dólares por información que pueda llevar a su captura.
El que fuera líder del Cártel de Guadalajara, hoy de 68 años, es buscado por la DEA por el secuestro y asesinato en 1985 de Enrique "Kiki" Camarena, un agente de la agencia estadounidense, y por otros crímenes relacionados con el narcotráfico y la delincuencia organizada.