El magistrado decidió que la exmandataria y Máximo y Florencia Kirchner sean juzgados por el presunto delito de lavado de dinero a través de operaciones inmobiliarias realizadas con fondos de obras públicas.
Aunque el proceso todavía no tiene fecha de inicio, es probable que comience el año próximo junto con otros juicios que Fernández de Kirchner deberá enfrentar y en los que también se le acusa de corrupción.
En este caso, se trata del caso conocido como “Los Sauces”, nombre de una empresa inmobiliaria de la familia Kirchner a través de la cual, de acuerdo con la acusación, se desviaron millonarios fondos públicos.
De acuerdo con el fallo de Ercolini, Fernández de Kirchner y su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner, encabezaron una asociación ilícita que entre 2009 y 2015 diseñó, ejecutó y dirigió un esquema de reciclaje de fondos de origen ilícito.
Con esa operatoria, agregó, se lavaba “una porción de dinero de procedencia ilegítima” que era canalizado a través de firmas de los empresarios Cristóbal López y Lázaro Báez, quien se encuentra actualmente detenido.
La justicia sospecha que Fernández de Kirchner, en su calidad de presidenta, otorgaba contratos de obras públicas a ambos empresarios, pero estos luego le devolvían una parte de esos recursosa través del falso alquiler de habitaciones en hoteles de la familia Kirchner.
Esto significa que los empresarios simulaban que alquilaban dichos hoteles, aunque en realidad era la manera en que podían entregarle a los Kirchner su tajada del reparto indebido de fondos de la administración pública.
Ercolini consideró que, gracias a este mecanismo, los Kirchner incrementaron de manera sustantiva su fortuna reportando ingresos por el alquiler de los hoteles de su propiedad a través de contratos que entregaban a empresarios amigos que también se enriquecieron durante sus mandatos.
La novedad de esta causa es que es la primera en la que también serán juzgados Máximo y Florencia Kirchner, quienes están acusados de haber formado parte de la asociación ilícita.
Junto con ellos y la expresidenta, se sentarán en el banquillo de los acusados otros 23 empresarios y exfuncionarios.
El primer juicio confirmado en contra de Fernández de Kirchner comenzará el 26 de junio, ya que está acusada de haber sido jefa de una asociación ilícita que diseñó el otorgamiento de millonarios contratos de obra pública a cambio de sobornos.
En las audiencias, un tribunal escuchará a decenas de imputados y testigos que confirmarán o desmentirán que la exmandataria adjudicó 52 obras de manera irregular en la patagónica provincia de Santa Cruz, a cambio de “comisiones”, es decir, sobornos.