"El crecimiento tiene que ser sostenible", afirmó hoy en Pekín Mats Harborn, vicepresidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea (UE) durante la presentación de un informe sobre los problemas y desafíos de la ciudad. Para que el proyecto sea exitoso, la capital tiene que abordar de forma urgente una serie de problemas, añadió.
Los planes chinos tienen unas dimensiones inmensas. Junto con Tianjin y Hebei, Pekín crecerá hasta tener un área metropolitana de unos 216,000 kilómetros cuadrados, lo que equivale a la superficie de Rumanía. Y la zona tendría un PIB similar al de Turquía o Indonesia, con unos 820,000 millones de euros anuales.
"La región tiene la oportunidad de convertirse en un motor para el desarrollo sostenible", afirmó el empresario, pero para ello hay que hacer más contra la contaminación del aire.
El esmog de Pekín no sólo es un riesgo para la salud de sus habitantes, sino que asusta también a los expertos internacionales. En una encuesta, el 39 por ciento de los miembros europeos de la Cámara calificaron la polución como problema a la hora de contratar a trabajadores especializados. Y el megaproyecto también amenaza con aumentar las dificultades con el ya escaso abastecimiento de agua de la ciudad.
Harborn pidió asimismo que China simplifique sus regulaciones de visados para convertirse en un lugar atractivo para las empresas internacionales. "Hay muchos problemas para traer a China a empleados veteranos o conseguir un visado para los nuevos", señaló. Por ejemplo, los trabajadores de más de 60 años rara vez consiguen un permiso de trabajo.
Y para los jóvenes, las autoridades exigen una experiencia de al menos dos años. "Eso pone muchas trabas. Necesitamos una buena mezcla de diferentes colaboradores para poder crear un entorno creativo", señaló Harborn.
Es la primera vez que la Cámara, que representa en toda China los intereses de más de 1,800 empresas europeas, presenta un documento específico dedicado sólo a Pekín. En enero elaboró uno sobre Shanghai. (DPA)