Elon Musk y Jeff Bezos, los nuevos conquistadores del espacio

La carrera por conquistar el espacio entre las compañías privadas de Estados Unidos está cada vez más cerrada, como es el caso de los empresarios Elon Musk y Jeff Bezos, quienes luchan palmo a palmo por ubicarse en el sitio de honor.

Elon Musk, un inventor que sueña con llegar a Marte en la próxima década, y Jeff Bezos, un empresario creador del gigante Amazon, que busca enviar en sus naves a personas al espacio en una especie de taxis espaciales en 2018, están enfrascados en una lucha por ser los primeros en alcanzar el éxito.

Musk, un sudafricano de 45 años con una fortuna superior a los 12 mil millones de dólares, que estudió física en la Universidad de Pensilvania, y que es presidente de la compañía aeroespacial privada de SpaceX, ha dicho que planea dar a conocer en septiembre próximo su plan arquitectónico para la colonización de Marte.

Si las cosas salen conforme a lo planeado, Musk cree que podrían enviar gente en 2024 al “Planeta Rojo” para que llegue un año después.

La idea es primero llegar con vuelos de carga a Marte para que la gente pueda confiar y luego lanzar una nave más grande con personas, afirmó en una reciente presentación en California el inventor nacido en Sudáfrica de madre canadiense.

Y es que el objetivo de Musk desde 2014 ha sido llegar a Marte. Su compañía creada en 2002, Space Exploration Technologies (SpaceX), con 100 millones de dólares y de la cual es director ejecutivo, le ha servido para ir alimentando la idea de la conquista del llamado “Planeta Rojo”.

SpaceX se dedica a desarrollar y producir cohetes espaciales, con énfasis en la reducción de costos y alta fiabilidad. Los primeros dos cohetes de transporte desarrollados por SpaceX son el Falcon 1 y el Falcon 9, y su primera nave espacial es el Dragón.

En 2008, SpaceX firmó un contrato de mil 600 millones de dólares con la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos por 12 vuelos de su cohete Falcon 9 y la nave Dragón a la Estación Espacial Internacional (EEI), reemplazando al Transbordador Espacial después de su retiro en 2011.

El objetivo de Musk es el de reducir el costo de los viajes tripulados al espacio por un factor de 100.

En abril pasado, su compañía logró aterrizar por cuarta ocasión uno de sus cohetes reutilizables Falcon 9 en una plataforma en un barco, como parte del esfuerzo por ahorrar gastos y tiempo.

Desde su origen, SpaceX ha diseñado la familia de cohetes Falcon y las naves espaciales multiuso Dragón que se espera sirvan para llevar astronautas a la EEI en el corto plazo y más adelante a Marte.

Por su parte, Jeff Bezos, de 52 años, un estudioso de informática, de Albuquerque, Nuevo México, cuyo padrastro es cubano (Miguel Bezos) fundó su compañía aeroespacial, Blue Origin, en el año 2000, con el objetivo de apoyar la exploración espacial.

Bezos ha estado trabajando con su cohete New Shepard y en noviembre pasado la empresa venció a su rival SpaceX al lanzar exitosamente un cohete al espacio y luego regresarlo a la Tierra. La empresa repitió la hazaña en enero pasado.

Ahora, Bezos, cuya fortuna se estima en 65 mil millones de dólares, cree estar casi listo para enviar personas comunes al espacio en sus naves con viajes de prueba para 2017 y de turistas en 2018, según informes de diversos medios de prensa.

El plan sería enviar turistas, de seis en seis, a una órbita de 97 kilómetros por encima de la Tierra, justo al límite con el espacio.

En este viaje, los turistas experimentarán la ingravidez del espacio y cada uno recibirá un video del viaje a su regreso a la Tierra.

Bezos ha dicho que reutilizar cohetes permitirá a la compañía hacer docenas de lanzamientos cada año y su compañía ya tiene una lista de algunos interesados en abordar este vuelo en el futuro.

Las empresas de Musk y Bezos son las más avanzadas en cuanto a la utilización de cohetes reutilizables y parecen estar más adelantadas en sus objetivos que cualquier otra empresa privada o agencia espacial del gobierno.

Otra empresa, Virgin Galactic, del magnate inglés Richard Branson, compite por viajes similares a los de Bezos, pero esta empresa tuvo un altibajo en 2014 cuando una nave experimental se estrelló y su piloto murió.