La ceremonia se celebró dos días después de que Raisí fuera ratificado en el cargo por el líder supremo del país, Alí Jameneí, y tras ganar las elecciones presidenciales del pasado junio con casi un 62 % de los votos.
Al acto de toma de posesión del clérigo rigorista como octavo presidente de Irán acudieron las principales autoridades políticas, legislativas y judiciales iraníes, así como representantes de más de 70 países.