Desde entonces, muchas voces piden que Europa emprenda un nuevo camino en este tema, pero entre los países miembro de la UE hay posturas muy divergentes.
Ni siquiera los jefes de Estado y de gobierno del bloque comunitario se pudieron poner de acuerdo sobre un cambio de rumbo en el tema inmigratorio. Por lo tanto, se espera que en 2014 el problema de los refugiados continúe.
En el invierno, el mar Mediterráneo es tormentoso, pero a partir de la primavera es posible que de nuevo comiencen a llegar muchos botes con inmigrantes ilegales provenientes de África a las costas del sur de Europa.
¿Qué cambiará el año próximo en la política inmigratoria de Europa?
No mucho. Pese a las críticas y múltiples debates, los 28 países miembro de la UE mantiene el viejo principio de que es responsable de los inmigrantes o solicitantes de asilo el país al que éstos llegan. Así lo establece el Reglamento Dublín II desde 2003. Los países más afectados son Italia, Grecia y Chipre, donde llegan muchos botes con refugiados desde África. Grandes países de la UE como Alemania rechazan cualquier discusión sobre un nuevo reparto de los inmigrantes que llegan a las costas de sus socios del sur.
¿Cómo son las perspectivas para un cambio de rumbo?
Malas. En la cumbre de la UE celebrada el 20 de diciembre en Bruselas, en vista del drama ocurrido en Lampedusa, los jefes de Estado y de gobierno de la UE reforzaron su "decisión de reducir el riesgo de que en el futuro ocurran otras tragedias similares". Pero en la declaración final, la UE apuesta por las viejas medidas conocidas: mejorar la seguridad de las fronteras externas, intensificar la lucha contra los traficantes de personas y mejorar la situación en los países africanos, para que sean menos las personas que busquen un futuro mejor en Europa. Defensores de los derechos humanos consideran que estas políticas son inútiles y puras "maniobras de distracción". Ellos exigen un reparto justo de los refugiados y oportunidades legales de inmigración. En junio de 2014 los líderes políticos europeos volverán a discutir el tema.
¿Qué hace Europa en concreto para evitar tragedias?
Apuesta por técnicas nuevas. El sistema de comunicación Eurosur comenzó a funcionar a inicios de diciembre. Con él, la policía, la guardia costera y las autoridades de protección de las fronteras pueden intercambiar más rápido en todo el territorio de la UE informaciones, como por ejemplo el movimiento de botes. El mar Mediterráneo es vigilado -por ejemplo- desde el aire y desde el espacio para detectar embarcaciones sospechosas. Si se descubre un bote en apuros, las autoridades alarman a la agencia europea de protección de las fronteras, Frontex, que deberá salvar a las personas. De esta manera, la UE también pretende poner fin a las actividades de criminales, terroristas y de traficantes de armas. El sistema Eurosur le cuestá a la UE unos 244 millones de euros en los próximos seis años.
¿Es verdad que las autoridades de protección de las fronteras devuelven a las personas a sus países de origen?
Es difícil decir si esta acusación es correcta. La ley obliga a los países de la UE a respetar los derechos humanos en las operaciones contra inmigrantes ilegales. Por lo tanto, los miembros de Frontex no pueden devolver a los refugiados a zonas en las que su vida y su libertad esté amenazada. Los niños o los heridos reciben un trato especial. Pero algunos activistas denuncian que en la práctica, las fuerzas de seguridad violan los derechos humanos. Tras la tragedia de Lampedusa, causaron revuelo relatos de sobrevivientes según los cuales pescadores italianos no los ayudaron.
¿Qué pasa con los inmigrantes ilegales que llegan a la UE a través de Turquía?
Ciudadanos y migrantes turcos, que ingresen a la UE a través de territorio turco, serán devueltos en el futuro a Turquía. Ankara firmó con el bloque comunitario un acuerdo al respecto. A cambio, Bruselas comenzará con Turquía negociaciones para eliminar el visado para ciudadanos turcos que quieran viajar a la UE de visita.
¿Por qué es tan importante el mar Mediterráneo?
Porque la ruta marítima a través del mar Mediterráneo es la vía más importante para los inmigrantes que quieren llegar a Europa. En total 72,000 personas atravesaron ilegalmente las fronteras externas de la UE en 2012, según Frontex, de las cuales casi dos tercios lo hicieron por vía marítima.