En una declaración institucional, Qandil reclamó la vuelta a la tranquilidad "para dar la oportunidad a los esfuerzos que se están llevando a cabo actualmente, para comenzar un diálogo nacional y salir de la crisis política actual".
El jefe de Gobierno explicó que las fuerzas de seguridad efectúan un gran esfuerzo para establecer barreras de separación entre los dos frentes de manifestantes y poner fin a la violencia.
Los partidarios y detractores del presidente egipcio, Mohamed Mursi, se lanzaron cócteles molotov, piedras y botellas, y llegaron a pelear cuerpo a cuerpo.
Los enfrentamientos estallaron al llegar cientos de opositores a Mursi a los alrededores del Palacio Presidencial, donde los Hermanos Musulmanes convocaron hoy una multitudinaria manifestación de apoyo al presidente.
La tensión entre las distintas fuerzas egipcias ha aumentado desde que Mursi blindara sus poderes ante la Justicia hace dos semanas y convocara recientemente un referéndum sobre la nueva Constitución para el próximo día 15.
Los grupos no islamistas rechazan el proyecto de Carta Magna y, como dijeron hoy varios de los líderes de la oposición continuarán su "lucha" hasta que Mursi revoque estas dos decisiones.
En una tensa rueda de prensa, el premio nobel de la paz Mohamed el Baradei, el exsecretario general de la Liga Árabe Amro Musa y el excandidato presidencial izquierdista Hamdin Sabahi, acompañados de otros dirigentes, señalaron que el "régimen, autoritario y represivo, pierde legitimidad día a día".
En cuanto al diálogo al que llama Qandil, El Baradei pidió al presidente "que comparezca esta noche y anuncie las bases del diálogo nacional".
Estos llamamientos llegan horas después de que el vicepresidente egipcio, Mahmud Meki, lanzase una confusa oferta para negociar con la oposición sobre los artículos de la Constitución en disputa.