El PMA se centrará en las más de 48,000 personas que siguen necesitando ayuda para poder sobrevivir. Sin embargo, reducirá el valor del cupón mensual que se otorga a unos 47,000 refugiados, de 10 dólares por persona cada mes. El otro millar de personas, en situación más vulnerable, continuará recibiendo 19 dólares.
En el caso de otros 50,000 sirios, que habían sido asistidos anteriormente, ya no tendrán alimentos suministrados por el PMA.
La decisión se basa en un riguroso análisis de la vulnerabilidad de los refugiados que viven en campamentos, explicó el coordinador de emergencia del PMA en la región.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, explicó hoy a la prensa los aspectos que se analizaron antes de adoptar una decisión.
"Los factores que se tomaron en cuenta fueron el acceso a medios de subsistencia, el consumo de alimentos, los gastos por familia, las estrategias de adaptación y otras consideraciones socioeconómicas", señaló el portavoz.
El estudio concluyó que la seguridad alimentaria no era un problema grave para los refugiados en los campamentos, ya que Irak es el único país en la región que les permite conservar un permiso de trabajo y eso les facilita ganar dinero para mantener a sus familias.
El análisis del PMA halló que 85 por ciento de los refugiados sirios en Irak tienen una fuente de ingresos externa.
El programa de cupones para alimentos para los refugiados sirios alojados en países vecinos es el más grande el mundo y está financiado exclusivamente por contribuciones voluntarias. Casi 1.6 millones de personas de ese colectivo, presentes en cinco países de la región, reciben los cupones cada mes.