Hay que crear nuevos puestos de trabajo, dijo el papa en su primera visita a Napolitano en su sede de gobierno en Roma. "Es necesario multiplicar los esfuerzos para paliar los efectos y aprovechar los indicios de recuperación y reforzarlos".
El jefe máximo de la Iglesia católica recordó además el destino de los refugiados en Lampedusa. En su visita a esa zona vio de cerca el padecimiento de aquellos que abandonaron su patria, muchas veces en situación desesperada, a causa de las guerras o de la pobreza. Pero también fue testigo allí de valiosos ejemplos de solidaridad y hospitalidad, agregó.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se refirió, a su vez, a los temores de investigadores calabreses respecto de que el papa pudiera estar en la mira de jefes mafiosos porque está limpiando la contabilidad del Vaticano. "No existe ninguna razón concreta de preocupación y no corresponde hacer cundir el pánico. Estamos completamente tranquilos", dijo Lombardi.