Francisco, que retomó hoy las audiencias generales de los miércoles tras el parón de julio, repasó su reciente viaje a Liaboa para la Jornada Mundial de la Juventud, pero tuvo tiempo para la cumbre amazónica e insistió en su llamamiento por la defensa del medio ambiente y del progreso sostenible.
"Dirijo un saludo especial a los presidentes de la región amazónica que están reunidos en Belém do Pará' en Brasil. Aseguro mis oraciones por el éxito de su encuentro, deseando que se renueve el compromiso de todos por el cuidado de la creación y el progreso sostenible", dijo al final de la audiencia general de los miércoles en el Vaticano.
Los presidentes de los países de la Amazonía, reunidos este martes en la ciudad brasileña de Belém, se comprometieron a impulsar "una nueva agenda" de cooperación, pero evitaron metas concretas de deforestación y se enzarzaron en relación a la explotación de combustibles fósiles.
Entre los puntos acordados, la cumbre "urgió" a las naciones más desarrolladas a cumplir con su compromiso de financiar el cuidado de la selva, adoptado en diversos foros globales y que se traduciría en el pago de 100,000 millones de dólares (unos 91,300 millones de euros al cambio de hoy) anuales en financiamiento climático.
En una extensa declaración de 113 puntos, los ocho países amazónicos establecieron una vaga hoja de ruta para garantizar la supervivencia de la selva, con medidas para la gestión del agua, la seguridad, la salud, las infraestructuras sostenibles y la promoción de los derechos humanos de los pueblos tradicionales.