Francisco habló en estos términos durante una audiencia que mantuvo en el Vaticano con miembros de la asociación italiana Meter, que lucha contra la pederastia desde su fundación en 1989 y a la que el papa describió como "el 'hogar' de muchos niños que han sido violados en su inocencia o esclavizados por el egoísmo de los adultos".
Jorge Bergoglio destacó que "la protección de los niños contra la explotación sexual es un deber de todos los Estados, llamados a identificar tanto a los traficantes como a los abusadores" e indicó como necesarias "la denuncia y la prevención implementadas en los distintos ámbitos de la sociedad: escolar, deportiva, recreativa y comunidades culturales, religiosas, personas solteras".
Apostó por "preparar intervenciones específicas para una ayuda eficaz a las víctimas" y rechazó que estas problemáticas se oculten: "Aún hoy vemos cuántas veces en las familias, la primera reacción es taparlo todo; una primera reacción que está presente también en otras instituciones y en la Iglesia. Tenemos que luchar con este viejo hábito de encubrir", condenó.
"Lamentablemente continúan los abusos perpetrados contra los niños. Me refiero en particular a las solicitudes que se realizan a través de Internet y las distintas redes sociales, con páginas y portales dedicados a la pornografía infantil. Este es un flagelo que, por un lado, requiere ser abordado con renovada determinación por parte de las instituciones públicas y, por otro, requiere una mayor concienciación de las familias y de los diversos organismos educativos", subrayó.