"Todo el cosmos y toda criatura gimen y anhelan ansiosamente que se supere la condición actual y se restablezca la originaria", escribe el papa en su mensaje, en el que destaca que las criaturas de la naturaleza "han sido sometidas al yugo de la esclavitud" .
Explica que "al igual que la humanidad, la creación -sin culpa alguna- está esclavizada y se encuentra incapacitada para realizar aquello para lo que fue concebida, es decir, para tener un sentido y una finalidad duraderos; está sujeta a la disolución y a la muerte, agravadas por el abuso humano de la naturaleza".
Francisco señala la esperanza de que en el futuro sea "posible contemplar con esperanza el vínculo de solidaridad entre el ser humano y todas las demás criaturas", pero puntualiza que para ellos es necesario eliminar "la arrogancia de quien quiere dominar a los demás y a la naturaleza".
"Esperar y actuar con la creación significa, en primer lugar, aunar esfuerzos y, caminando junto con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, contribuir a pensar entre todos la cuestión del poder humano, cuál es su sentido, cuáles son sus límites", señala
Y lamenta -citando su exhortación Laudato Deum- que el poder del hombre "ha aumentado frenéticamente en pocas décadas. Hemos hecho impresionantes y asombrosos progresos tecnológicos, y no advertimos que al mismo tiempo nos convertimos en seres altamente peligrosos, capaces de poner en riesgo la vida de muchos seres y nuestra propia supervivencia".