Jackson, que llegó al Congreso en 1995 y ganó la reelección en los comicios generales del pasado 6 de noviembre, presentó su renuncia mediante una carta dirigida al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.
En la misiva, disponible en internet, Jackson explicó que durante sus 17 años en la Cámara baja dio "el 100 por ciento de su tiempo, energía y vida al servicio público", pero que sus problemas de salud y su tratamiento "se han vuelto incompatibles" con su "servicio en la Cámara de Representantes".
Jackson había tomado varios meses de licencia médica este año para someterse a un tratamiento por depresión, y las autoridades federales iniciaron una investigación sobre si el legislador hizo uso indebido de fondos electorales para decorar su casa en Washington.
En la carta, Jackson reconoció que ha cometido "errores" y que es consciente de una investigación federal sobre sus actividades, por lo que intenta lo mejor posible "responder a la situación de forma responsable, cooperar con los investigadores y aceptar responsabilidad".
"Ninguno de nosotros está libre de defectos o debilidades humanas y rezo por que sea recordado por las cosas buenas que hice", subrayó Jackson.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi, emitió un comunicado poco después de hablar con Jackson y el padre de éste, el reverendo Jesse Jackson Sr.
"Es con enorme tristeza que nos enteramos de la decisión del congresista Jackson de presentar su renuncia. Su servicio en el Congreso estuvo marcado por su elocuente defensa de las opiniones e intereses de sus electores", dijo Pelosi, quien ofreció sus oraciones para él y su familia.
Bajo las leyes estatales de Illinois, el gobernador demócrata, Pat Quinn, debe anunciar la realización de una elección especial para reemplazar a Jackson, y tiene que llevarse a cabo en un plazo de 115 días.