Cheney, quien fuera vicepresidente de George W. Bush (2001-2009) y abandonó la política con un altísimo grado de impopularidad, es el padre de la congresista republicana por Wyoming Liz Cheney, abiertamente enfrentada a Trump y una de los únicos dos conservadores en el comité que investiga el asalto al Capitolio.
"Es un cobarde. Un hombre de verdad no mentiría a sus seguidores. Perdió sus elecciones y las perdió a lo grande. Yo lo sé, él lo sabe y creo que la mayoría de republicanos también lo saben", dice Cheney en el anuncio televisivo.
Su hija, Liz, se enfrentará el próximo 16 de agosto a unas primarias del Partido Republicano en que todas las encuestas indican que se encuentra muy por debajo de su contrincante, Harriet Hageman, quien cuenta con el respaldo de Trump.
Dick y Liz Cheney fueron en enero de este año los únicos republicanos destacados que asistieron a los actos conmemorativos por el primer aniversario del asalto al Capitolio.
En declaraciones a la prensa, el exvicepresidente aseguró entonces que la conmemoración era un "evento histórico" y dijo estar "decepcionado" por el hecho de que el Partido Republicano "no tenga un mejor liderazgo".
En mayo de 2021, los conservadores destronaron a Liz Cheney de su puesto como "número tres" del partido por haber refutado las mentiras del expresidente sobre un fraude en las elecciones presidenciales que ganó Biden.
El 6 de enero del pasado año, unas 10,000 personas -la mayoría simpatizantes de Trump- marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron dentro del edificio para impedir que se ratificara la victoria del ahora presidente estadounidense, Joe Biden, frente a Trump, candidato republicano en las elecciones de noviembre de 2020.
El expresidente, que se negó a aceptar su derrota contra Biden en las elecciones de 2020, dio un mitin ante sus seguidores justo antes del asalto, en el que alentó a la multitud a marchar hacia el Capitolio y "luchar" para evitar que se certificara el resultado electoral.