La investigación, publicada en la revista científica Human Reproduction, no analizó el consumo de la marihuana entre las parejas de las mujeres, que podría haber influido en las tasas de concepción, agregaron los NIH en un comunicado.
Las mujeres que dijeron haber consumido productos como marihuana o hachís en las semanas previas al embarazo o cuyas pruebas de orina fueron positivas a cannabis tenían un 40 % menos probabilidades de concebir en cada ciclo mensual que las no consumidoras.
Mientras que, en cada ciclo mensual, las mujeres que consumieron al mismo tiempo que intentaban concebir tuvieron un 41 % menos de probabilidades que las que no estuvieron en contacto con el cannabis.
La diferencia fue mayor cuando se analizó el porcentaje de las que quedaron embarazadas: apenas un 42 % de las que dijeron haber consumido cannabis pudo concebir frente a un 66 % de las mujeres no consumidoras.
"Las consumidoras de cannabis también tenían diferencias en las hormonas reproductivas implicadas en la ovulación. Estas diferencias podrían haber influido potencialmente en su probabilidad de concepción", indicó la nota.
Los autores apuntaron además que estudios en animales revelaron que el uso del cannabis podría alterar el revestimiento del útero.
Los investigadores recabaron estos datos de un estudio que abarcó a más de 1.200 mujeres de entre 18 y 40 años que habían sufrido unos o dos abortos espontáneos y participaron durante seis ciclos mensuales de la pesquisa mientras intentaban quedar embarazadas o durante el embarazo.
Un total de 62 mujeres, equivalente a un 5 % del total de las participantes, tuvo una prueba de orina positiva o dijo haber consumido cannabis antes de la concepción.
De allí que los investigadores admitieron que el número observado fue pequeño y recomendaron tener cuidado con el consumo del cannabis mientras se disponga de evidencia definitiva.