Fuentes del Arzobispado comunicaron esa decisión, así como que Woelki seguirá en su puesto hasta que el papa se pronuncie acerca del ofrecimiento del cardenal "a su debido tiempo".
Un informe de 2021 encargado por el arzobispado a un despacho de abogados analizó abusos cometidos en esa archidiócesis entre 1975 y 2018. El Vaticano envío posteriormente una comisión apostólica para examinar los casos revelados en ese informe.
El informe exoneró a Woelki, arzobispo de Colonia desde 2014, pero confirmó la existencia de 314 casos de abusos a menores e identificó a 202 presuntos autores de ellos.
El documento estableció que altos jerarcas de la Iglesia católica supieron de casos de abusos sexuales a menores pero incumplieron con su deber de reportarlos y actuar.
Francisco exoneró en septiembre al cardenal de haber incumplido las normas sobre esos casos pero constató que el trabajo de la comisión apostólica permitió comprobar que los errores cometidos en la archidiócesis condujeron a "una crisis de confianza" que afectó "a muchos creyentes".
El pontífice indicó que tras el trabajo de la comisión apostólica consideraba que se podía determinar que Woelki y Dominikus Schwaderlapp, obispo auxiliar de Colonia, fueron responsables de "faltas aisladas" en relación con los casos analizados.
Woelki se dirigirió este miércoles a los feligreses a través de una carta justo el día que el papa Francisco había fijado para que regresase a su cargo y en ella agradeció los mensajes que le han llegado durante sus semanas de retiro.
El movimiento laico Maria 2.0 organizó una manifestación hoy contra el regreso de Woelki a su cargo frente a la catedral de Colonia.
En la carta conocida este miércoles Woelki pide también "una segunda oportunidad" a los feligreses para intentar una nuevo comienzo en el arzobispado marcado por el diálogo.
Según una encuesta del instituto demoscópico FORSA un 92 por ciento de los católicos de Colonia quiere que Woelki deje su cargo.
La portavoz de Maria 2.0, la teóloga Maria Mesrian, dijo en declaraciones a la radio WDR5 que el regreso de Woelki se produce contra el deseo de los católicos pero, a la vez, señaló que las críticas no debían centrarse solo en el cardenal ya que la Iglesia necesita reformas profundas y no solo cambio de personas en cargos importantes.
"No se trata solo de una persona sino de un sistema. La Iglesia tiene una estructura que no conoce el control del poder y que permite que se actúe de manera arbitraria. Por ello hay que controlar el sistema", dijo.
En Colonia las cifras de solicitudes de baja de la iglesia católica se han disparado por el escándalo de abusos sexuales y por el manejo dado por Woelki a este.
Entre julio y octubre de 2021, 6.170 personas se dieron de baja de la iglesia en Colonia. En el mismo periodo de 2020 habían sido solo 763, según datos de los tribunales competentes.
Fue el propio Woelki quien encargó en 2018 al despacho de abogados una investigación sobre los abusos sexuales en su arzobispado. En 2020 anunció su decisión de no publicar el informe final de la investigación, alegando carencias metodológicas.
La decisión de Woelki llevó a la dimisión de varios representantes de las víctimas en organismos encargados de investigar los abusos sexuales.