De acuerdo con el reporte, las temperaturas del aire superficial del Ártico alcanzaron de julio a septiembre de este año un promedio de 6.4 grados Celsius (43 Fahrenheit), el más alto desde que se tienen datos.
La temperatura promedio anual del aire superficial en la región ártica fue de 7 grados Celsius bajo cero (20 Fahrenheit), la sexta más elevada que se ha registrado desde 1900.
Los registros muestran que desde 1940 las temperaturas promedio anuales han subido 0.25 grados Celsius (0.45 F) por década, y las temperaturas promedio veraniegas han aumentado 0.17 Celsius (0.31 F) por década.
Asimismo, la extensión de hielo en el mar continúa disminuyendo y las 17 menores extensiones se han registrado en los últimos 17 años. La de este año fue la sexta menor en los registros desde satélites, que comenzaron en 1979.
En tierra la cobertura de nieve en América del Norte fue la menor registrada, si bien la acumulación de nieve durante el invierno de 2022 a 2023 estuvo por encima del promedio tanto en América del Norte como en Eurasia, señaló el informe de NOAA.
El reporte de 123 páginas, producto del trabajo de 82 autores de 13 países, señala que el sitio de más altitud en el manto de hielo de Groenlandia experimentó un derretimiento apenas por quinta vez en 34 años y la extensión de hielo en el mar continuó disminuyendo.
"Como nación y comunidad global debemos reducir sustancialmente las emisiones de gases en la atmósfera que causan estos cambios", afirmó el director de NOAA, Rick Spinrad, en un boletín de la agencia.
El décimo octavo informe anual de NOAA sobre el Ártico "muestra una tendencia alarmante que marca el décimo séptimo mínimo anual de extensión del hielo en el mar en registros desde satélites", comentó a su vez Brenda Ekwurzel, de la Unión de Científicos Conscientes (UCS), en un comunicado de la organización.
"Este informe anual ofrece una descripción devastadora del estado del Ártico, una región que se ha templado a una tasa casi tres veces más rápida que la Tierra como un todo", expuso.
Ekwurtzel afirmó que "lo que vemos no es normal y el daño climático irreversible causado por un calentamiento excesivo del Ártico continuará repercutiendo en América del Norte y Eurasia".
"Desde las tormentas de nieve más intensas y las perturbaciones de vórtice polar más frecuentes hasta los calores extremos, ningún rincón del mundo evitará los efectos dadas las contribuciones de la pérdida de hielo al aumento global de los niveles del mar", puntualizó.