Durante esta semana murieron también siete soldados, entre ellos un oficial del Ejército, en combates en el distrito tribal de Khyber, según informaron las Fuerzas Armadas. La zona, cercana a la frontera con Afganistán, es un bastión de los talibanes y de otro grupo islamista, Lashkar e Islam.
Estos ataques se producen tras los atentados suicidas ocurridos el domingo pasado fuera de una iglesia en Lahore, en el este del país, que mataron a 17 personas. El grupo Jamaat ul Ahrar, vinculado a los talibanes, asumió los atentados y aseguró que seguirá atacando a los cristianos.
El Ejército paquistaní endureció su ofensiva en las regiones tribales desde el ataque talibán que el diciembre acabó con la vida de 136 niños en una escuela del Ejército.
Las cifras de víctimas que proporciona el Ejérctio son difíciles de verificar, ya que la zona tribal es de difícil acceso. (DPA)