Los combatientes del EI lanzaron los cadáveres a una fuente situada a 18 kilómetros al norte de la ciudad de Al Ramadi, según informó hoy la página de noticias iraquí Al Sumaria.
Un líder del clan Albu Nimr acusó a los miembros de su propia tribu y de otras tribus de haber participado en las masacres, según la información. Ese clan ayudó en la provincia de Al Anbar a combatir a los yihadistas apoyando a los soldados iraquíes.
Además, en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, los extremistas mataron a cuatro periodistas de los 12 que capturaron el mes pasado, según indicaron testigos.
En medio de fuertes medidas de seguridad, millones de chiitas celebraron hoy en Irak la fiesta de la Ashura. Por temor a atentados, más de 33,000 efectivos de seguridad protegían a los peregrinos que acudieron a Kerbala, al sur de Bagdad.
La fiesta de la Ashura, una de las más importantes para los musulmanes chiitas, recuerda la muerte a manos de un ejército sunita del imán Hussein en el año 680. Los chiitas consideran al nieto del profeta Mahoma un mártir.
En tanto, adolescentes de la ciudad siria de Kobane informaron de las torturas sufridas durante su cautiverio con los terroristas de EI. A fines de mayo fueron capturados unos 250 estudiantes cuando regresaban a Kobane de hacer unos exámenes en Alepo.
Las mujeres fueron puestas en libertad, pero los jóvenes han permanecido durante casi cuatro meses presos en una escuela en la ciudad de Manbdish. Los yihadistas los fueron liberando por grupos hasta que el pasado 25 de octubre quedó en libertad el último grupo.
Cuatro de ellos, de entre 14 y 16 años, relataron a la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) las torturas sufridas. Se les pegaba con un cable eléctrico en las manos, la espalda y las plantas de los pies, sobre todo cuando se portaban mal, relató un muchacho de 15 años a HRW.
"Un muchacho que dijo 'madre mía' cuando fue capturado en la habitación de otro grupo fue colgado de las manos por detrás de la espalda y tenía un pie atado a las manos. Le dijeron que tenía que llamar a Dios, no a su madre", reveló otro joven.
Las denuncias de HRW se basan en conversaciones con cuatro de los retenidos.
En tanto, EI liberó el lunes a 93 kurdos de la región del norte de Siria próxima a Kobane tras ocho meses de cautiverio, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los extremistas capturaron a sus víctimas en febrero pasado, cuando intentaban huir al norte de Irak del avance de los yihadistas, según relató el observatorio.
Por el momento se desconoce la razón por la que han sido liberados los kurdos. Según el Observatorio, seis de ellos quedaron en poder de los extremistas y de 40 se desconoce su paradero.
En Kobane siguieron hoy los fuertes combates por el control de la ciudad kurda, vecina a Turquía, que es asediada desde hace tres semanas por los extremistas, que intentan quedarse con el control de la estratégica localidad. (DPA)