Así lo aseguraron varios altos funcionarios del Ejecutivo del presidente estadounidense, Joe Biden, en una llamada con periodistas, en la que celebraron que tres familias -una hondureña, una mexicana y otra guatemalteca- hayan sido reunidas esta semana tras más de dos años separadas.
Una cuarta familia, también guatemalteca, volverá a juntarse "a lo largo de esta semana", según una funcionaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en sus siglas en inglés), que prefirió permanecer en el anonimato.
Actualmente, hay más de 1,000 familias de inmigrantes separadas, según los datos del DHS, como consecuencia de la política de "tolerancia cero" aplicada por el Ejecutivo de Trump entre abril y junio de 2018 hasta que un juez federal ordenó su cancelación y exigió que se reunificara a las personas separadas.
"Esto es solo el inicio y aún queda mucho trabajo por hacer", dijo al respecto una de las fuentes en la conferencia telefónica organizada por la Casa Blanca.
De hecho, grupos proinmigrantes calculan que todavía no se ha localizado a los parientes de al menos 445 menores.
Sobre ese número, uno de los funcionarios explicó que existe un grupo de trabajo especialmente centrado en identificar a las familias de los niños separados en el linde con México, una tarea que se agiliza "gracias a cientos de activistas".
"El presidente y la primera dama dieron máxima prioridad a abordar la tragedia que sucedió en la frontera con la Administración anterior que separó intencionalmente a los niños de su familia. (...) Es una labor sin descanso", agregó la fuente.
La Unión de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), que ha actuado de abogado de estos inmigrantes, estima que con la política de "tolerancia cero" de Trump unas 2,800 familias, con unos 5,500 menores, fueron separadas.
En aquel entonces, el Gobierno clasificó a los niños como menores de edad sin compañía de padre o madre, y los distribuyó por diferentes partes del país, en albergues bajo la custodia gubernamental.