El secretario de Estado, Antony Blinken, detalló en un comunicado que los nuevos vetos, decididos en el marco de la cumbre del G7 en Hiroshima (Japón), cubren el sector energético, defensivo, minero o tecnológico y a personas que están ayudando a Rusia a aumentar su producción y capacidad energética.
El Departamento de Estado destacó que se busca interrumpir aún más la capacidad de Rusia para obtener insumos para su guerra, reducir la dependencia de la energía rusa, "exprimir" el acceso de Rusia a la sistema financiero internacional y mantener inmovilizados sus activos soberanos.
Las sanciones, tomadas en coordinación con el G7, Australia y otros socios, apuntan a empresas cómplices con esas acciones e incluyen a compañías como la Federal State Unitary Enterprise Hydrographic Company, subsidiaria de la estatal nuclear rusa Rosatom.
Las consultoras Akvamarin y Preobrazovatel Mash, las firmas con base en China Beijing Lucheng Weiye Technology Development y Beijing Xinghua Hengcheng Technology Development y otras empresas con base en Macao, Hong Kong, Canadá o Irán se incluyen en este nuevo paquete, de alcance internacional.
Como consecuencia de esas sanciones, todas las propiedades y activos que los implicados puedan tener en EE.UU. quedan congelados y se prohíbe a ciudadanos y empresas estadounidenses tener transacciones con ellos.