En una entrevista en la cadena ABC, Sullivan salió al paso de las críticas que afronta Biden por la abrupta caída de Afganistán bajo control talibán y las escenas de pánico en la capital, donde miles de personas tratan de abandonar el país.
Sullivan acusó a las fuerzas afganas de "no dar un paso al frente" para defender Afganistán, pese a "los miles de millones de dólares" que Washington ha aportado en entrenamiento y equipamiento militar.
No obstante, subrayó que Biden sigue considerando la decisión de ordenar la retirada militar de Afganistán como la correcta tras más de 20 años de guerra.
"La cuestión que encaró el presidente en abril (...) es si deberíamos enviar a hombres y mujeres de EE.UU. a una guerra civil en otro país cuando su propio Ejército no lucha por defenderlos. Y la respuesta a esa pregunta es no", afirmó Sullivan.
Las palabras del alto funcionario estadounidense coinciden con las informaciones sobre el caos en el aeropuerto de Kabul, con miles de personas que tratan de abandonar el país por avión y que ha dejado al menos seis muertos.
Sullivan indicó que Biden se dirigirá "pronto" al pueblo estadounidense para comentar los acontecimientos en Afganistán, aunque no dio más detalles al respecto.
EE.UU. culminó el domingo el traslado al aeropuerto de Kabul de todo el personal de su embajada en Afganistán, horas después de iniciar una evacuación aérea desde ese complejo que recordó a la desarrollada durante la caída de Saigón en 1975.
A última hora del domingo en Washington, cerca de las 6:00 horas de la mañana del lunes en Kabul, el Departamento de Estado confirmó que había "completado" el proceso para transportar al aeropuerto a los aproximadamente 4,000 empleados de su embajada en la capital afgana.
Por su parte, el Pentágono autorizó también este domingo el envío de 1,000 soldados más a Kabul, lo que significa que, en un plazo de 48 horas, habrá "aproximadamente 6,000" militares estadounidenses en el aeropuerto de la capital afgana.
Además, las fuerzas estadounidenses han "asumido" las riendas del control del tráfico aéreo en el aeropuerto de Kabul, para facilitar las evacuaciones de ciudadanos de EE.UU. y las de sus aliados.