Así lo indicó en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, al apuntar que "el mundo está esperando protestas en los próximos días", al referirse a la marcha de la próxima semana a la que el Gobierno cubano ha negado el permiso.
"El pueblo cubano ha dejado claro que volverán de nuevo a marchar pacíficamente en las calles para remarcar sus aspiraciones por la democracia, los derechos humanos y las libertades civiles", señaló el funcionario estadounidense.
La Habana no solo ha negado esa petición a marchar, inédita en más de 60 años, al considerarla "ilícita", sino que también avisó a los convocantes que se les imputarán delitos y serán procesados si se mantienen en dicha decisión.
En este sentido, Price remarcó a los periodistas que Washington está preparado para nuevas rondas de sanciones al Gobierno de la isla caribeña.
"Hemos impuesto consecuencias tangibles y significativas en conexión con los abusos cometidos (en las protestas del pasado mes de julio en Cuba) y estamos preparados para continuar haciéndolo si la represión y los abusos de derechos humanos no cesan ", sostuvo.
La Casa Blanca ha indicado que el presidente estadounidense, Joe Biden, quiere encontrar una "tercera vía" en lo relativo a Cuba, entre la apertura del Gobierno de Barack Obama (2009-2017) y la mano dura que impuso Donald Trump (2017-2021), sobre todo después de ver la respuesta cubana a las protestas antigubernamentales del pasado 11 de julio en la isla.
Ese día, miles de cubanos salieron a las calles de forma espontánea para reclamar más libertades y un cambio político en unas protestas que se saldaron con centenares de detenidos y condenas de cárcel.
Estados Unidos ya ha sancionado a altos cargos militares cubanos por su presunto papel en la represión de las protestas del pasado 11 de julio.