"La respuesta corta es sí", indicó Esper en una rueda de prensa al término de una reunión de ministros aliados de Defensa, a la pregunta de si tuvo éxito al pedir que los otros miembros de la Alianza comprometieran contribuciones de tropas adicionales que pudieran permitir a EEUU reducir su implicación en Irak.
Durante la reunión, la OTAN llegó a un acuerdo preliminar para tener un papel mayor en la lucha contra el terrorismo en Oriente Medio, como solicitaba Washington, al asumir el mando de los efectivos internacionales que actualmente forman a fuerzas de seguridad iraquíes en el marco de la coalición global contra el Estado Islámico (EI), compuesta por 70 países y liderada por EEUU.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, confirmó hoy que el Gobierno iraquí ha dado luz verde a esa estrategia, que en la práctica supone que la misión ya desplegada por la OTAN para formar a las fuerzas de Irak se amplíe con entrenadores procedentes de la coalición global.
"Les dejo a ustedes resolver quiénes son. Les corresponde a ellos hacer sus anuncios", agregó Esper sobre qué aliados permitirán que sus tropas pasen de estar en la coalición global al paraguas de la OTAN.
Por el momento, la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, ya avanzó este miércoles que parte de las tropas españolas en Irak, en concreto las desplegadas en Besmayah, están en disposición de unirse a la misión de la OTAN.
"La OTAN ha acordado en principio expandir su papel en Oriente Medio, ya que la Alianza considera ampliar su misión en Irak en coordinación con Bagdad y la coalición internacional contra el Estado Islámico, para promover la estabilidad y seguridad del país", explicó el jefe del Pentágono.
Según indicó, los aliados también han solicitado a los jefes militares de la OTAN "considerar qué más puede hacer la Alianza para asistir a las fuerzas de seguridad iraquíes".
"Reafirmamos nuestro compromiso para derrotar al EI y seguiremos trabajando juntos para asegurarnos de que ellos u otro grupo terrorista nunca más tenga un refugio para reconstituirse", enfatizó el secretario estadounidense.
A finales de enero, Irak anunció tras una conversación con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que ese país estaba dispuesto a dialogar sobre la retirada de las tropas internacionales desplegadas en el país árabe.
En un cambio de retórica por parte de Washington, que había insistido en que no contemplaba una retirada de sus tropas, Pompeo mostró disposición a mantener conversaciones "serias" sobre la presencia de las tropas extranjeras y a colaborar para mantener la soberanía iraquí, según señaló entonces el Gobierno iraquí.