Aunque la información aún es "confusa", todo indica que dos de los cadáveres encontrados en el lugar del ataque corresponden a los dos periodistas españoles que, junto a un reportero irlandés, estaban realizando un documental sobre la caza furtiva en la región, precisó la ministra española.
El suceso ocurrió en la zona de Pama, donde individuos armados emboscaron a una patrulla de unos cuarenta efectivos burkineses contra la caza furtiva, en la que iban empotrados los periodistas españoles.
González Laya indicó que se trata de una zona peligrosa, en la que actúan grupos terroristas, furtivos y bandidos, además de redes yihadistas.
Según medios locales, que citan fuentes de seguridad, el suceso se saldó también con tres heridos y la desaparición de un miembro de las fuerzas del orden burkinesas.
Los secuestradores están escondidos en un bosque de la zona, repleta de vida salvaje que atrae a los cazadores, según la misma fuente de seguridad, que no dio más detalles.