Con estos datos, que fueron reflejados en el portal del diario económico El Cronista, el peso de la deuda en Argentina ya se equipara con el de Brasil, que es del 83 por ciento con respecto al PIB.
Sin embargo, de acuerdo con varios analistas privados, a fines de 2018 la relación deuda-PIB en el país sudamericano podría alcanzar el récord del 107.4 por ciento.
La información encendió luces de alerta en un país que el mes pasado enfrentó una de las crisis cambiarias más graves de su historia, con una devaluación mensual del 35.5 por ciento.
El alza del dólar impactó de inmediato en las expectativas de inflación, que el gobierno de Mauricio Macri esperaba que sería del 15 por ciento, pero que ahora rondará el 40 por ciento.
También cambió por completo el escenario económico, ya que el gobierno había previsto un optimista 3.5 de crecimiento para este año, pero ahora ya reconoció que la recesión será del 2.4 por ciento, por lo menos.
Hasta hace tres meses se estimaba que la deuda representaría, al final de 2018, el 64.5 por ciento del PIB, indicador que, si bien es alto, equiparaba a Argentina a los niveles registrados en México y Colombia.
Entonces se esperaba que el dólar se mantuviera en una cotización de 28.80 pesos, pero en agosto llegó a rebasar los 40 pesos y ahora se estima que, si ya no hay una nueva crisis cambiaria, podría estabilizarse en torno a los 45 pesos.
En diciembre de 2015, cuando Macri asumió la presidencia, la deuda representaba el 52.6 por ciento del PIB, pero esta relación se disparó debido al acelerado endeudamiento que el país registró desde entonces.
A ello se sumó el inesperado préstamo de 50 mil millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aceptó otorgarle este año a Argentina para frenar la corrida cambiaria.