Deciden países del Golfo retirar sus observadores de Siria

Los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) decidieron hoy retirar a sus observadores de la misión de la Liga Árabe en Siria, cuyo régimen acusó al organismo panárabe de implementar una “conspiración extranjera” contra su país.

Etiquetas: 

00035945-original.jpeg

Imagen general de la sesión inaugural de la cumbre anual del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), el pasado mes de diciembre de 2011 en Riad, Arabia Saudí.

Las monarquías del Golfo también exhortaron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a emprender todas las medidas necesarias para presionar al régimen sirio y conducirlo a cumplir el plan de paz árabe, que prevé el fin de la violencia.

En un comunicado divulgado por medios árabes, el CCG precisó que la decisión fue tomada por la continuación del derramamiento de sangre, la matanza de inocentes y el incumplimiento por parte del régimen del presidente Bashar al-Assad de las resoluciones de la Liga Árabe.

Los seis miembros del CCG -integrado por Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y Omán- se sumaron así a la decisión saudita de retirar a sus observadores de Siria.

Aunque la Liga Árabe se pronunció por extender un mes más la labor de los observadores de 16 países desplegados en 20 ciudades sirias, la misión está en suspenso debido al severo golpe que constituye la salida de seis países influyentes y con gran poderío económico.

Tras conocer la decisión del CCG, el consejo de la Liga Árabe a nivel de representantes permanentes llamó a una reunión de emergencia para analizar el retiro, según fuentes del organismo árabe.

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Araby, así como el primer ministro y canciller de Qatar, Hamad ben Qassem, pidieron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocar a una reunión del Consejo de Seguridad para informar sobre la situación en Siria.

Al Araby envió un mensaje al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre la hoja de ruta aprobada el domingo pasado, en la que se pide a al-Assad transferir sus poderes al vicepresidente y forme un gobierno de unidad nacional para convocar elecciones libres.

Asimismo, el secretario general de la Liga Árabe exhortó a representantes de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), la Unión Africana (UA), la Unión Europea (UE) y al CCG a respaldar la iniciativa árabe.

El canciller sirio Walid Muallem acusó por su parte este martes a la Liga Árabe de haber incurrido en una “provocación” con su nuevo plan y de querer internacionalizar la crisis que atraviesa su país, además criticó su “flagrante injerencia” en los asuntos internos de Siria.

Argumentó que se está llevando un “plan externo” que está “lejos de la voluntad del pueblo”, en alusión a la propuesta de la Liga Árabe para el traspaso de poder en Siria con el respaldo de las Naciones Unidas.

En su opinión, el plan de la Liga Árabe supone una “internacionalización” del conflicto en Siria cuya “última fase” será la remisión del caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Reiteró que la revuelta no es impulsada por indignados que promueven cambios, sino por pandillas armadas al servicio de un complot internacional, según la agencia siria de noticias SANA.

“El gobierno sirio tiene el deber de tomar las medidas que considera necesarias para enfrentar a esos grupos armados que provocan el caos”, dijo Muallem en una conferencia de prensa televisada.

Este martes, al menos 24 civiles han muerto durante una ofensiva de las fuerzas leales al régimen de al-Assad contra los bastiones opositores de Homs y Hama, en el centro del país, según los opositores Comités de Coordinación Local.

La violencia persiste en Siria, donde más de cinco mil personas han muerto desde que comenzaron a mediados de marzo del año pasado las protestas contra el régimen de al-Assad, que acusa a “grupos armados terroristas” de estar detrás de ellas.