Se trata de un bono perteneciente a la empresa estatal Corporación Eléctrica Nacional, y cuya falta de pago erosionaría aún más la confianza de los inversionistas, reseñó el diario El Nacional.
Sin embargo, omitir el pago traería pocas consecuencias al gobierno venezolano, por lo que analistas estiman que son muy altas las posibilidades de que quede pendiente.
Si no se cubre, la deuda soberana no ve afectada ni las notas de la petrolera Pdvsa o de la concesionaria de la electricidad, que no poseen activos en el extranjero que puedan ser incautados.
Pero los inversionistas sí erosionarian su confianza en el país, el cual les debe ya alrededor de dos mil millones de dólares en intereses atrasados, recordó el rotativo.