Este instrumento está destinado a ayudar a los países a atraer más y mejor inversión extranjera y promover una conducta empresarial responsable, señaló la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Según el examen de la OCDE de las políticas de inversión de Costa Rica publicado hoy mismo, las entradas de inversión extranjera directa (IED) en el país "han aumentado a un ritmo impresionante" y registrado un crecimiento medio anual del 13 por ciento en la última década.
El comunicado pone de relieve, igualmente, que las actividades manufactureras suponen una parte considerable de este crecimiento, mientras que en el sector de servicios la proporción de entradas de IED aumentó igualmente en los últimos años, gracias a "la apertura del mercado de las telecomunicaciones", que pasó del 8 por ciento del total de flujos entrantes en 2002 al 40 por ciento en 2012.
El Índice de Restricción Regulatoria a la IED elaborado por la OCDE revela, además, que el régimen jurídico para los inversores extranjeros en Costa Rica "es más abierto que el de la media" de los 57 países miembros y no miembros de la OCDE examinados.
En la ceremonia de firma celebrada en París, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, consideró que Costa Rica entra así "en una nueva e importante etapa que intensificará su integración internacional y redundará en crecimiento y desarrollo".
Gurría celebró, asimismo, que la capacidad del país para atraer inversión extranjera haya contribuido ya "a transformar su economía y a hacerla más diversificada y basada en el conocimiento".
Entre las recomendaciones para abordar los principales desafíos que afronta Costa Rica, la organización sugiere que haga "un mejor uso de las Asociaciones Público-Privadas (APP) en los sectores del transporte y la electricidad", que desarrolle la experiencia en gestión y ofrezca "mayores oportunidades a los inversores extranjeros para participar en proyectos de asociación público-privada".
"Todo ello contribuirá a modernizar el sector de la electricidad, a satisfacer la creciente demanda y, en última instancia, a reducir costes", aseguró.
Además, Costa Rica podría "racionalizar y modernizar" los trámites para hacer negocios y reducir la burocracia para facilitar las inversiones, y "fortalecer las asociaciones entre Gobierno, universidades, centros de I+D y sector privado", para hacer frente al desajuste cada vez mayor entre oferta y demanda en sectores prioritarios, en particular, en las industrias de alta tecnología.
La OCDE estima igualmente deseable que Costa Rica "prosiga sus esfuerzos en la lucha contra la corrupción en el sector público y la corrupción transnacional", algo que por otra parte establecen las Líneas directrices para empresas multinacionales de la Declaración.
Como país signatario, Costa Rica se compromete a garantizar un trato igualitario a inversionistas extranjeros y nacionales y a fomentar una conducta empresarial responsable.
A su vez, los otros Estados signatarios deben tratar a los inversionistas costarricenses en el extranjero de forma justa y animar a sus empresas multinacionales a operar en Costa Rica contribuyendo al progreso económico, social y medioambiental, añadió la OCDE. (EFE)