El acuerdo permitirá instalar el proyecto Cherenkov Telescope Array Sur (CTA-Sur) en los terrenos del Observatorio Paranal, en la Región de Antofagasta, mil 240 kilómetros al norte de Santiago.
El proyecto, que debería estar operativo en 2025, prevé la instalación de 99 telescopios de rayos gamma en un radio de 10 kilómetros, los que se sumarán a otros 19 telescopios que estarán en La Palma (España).
La vicecanciller chilena Carolina Valdivia dijo tras la firma que se trata de “un proyecto científico para detectar rayos gamma de muy alta energía provenientes de fuentes cósmicas. Ha sido impulsado por un consorcio de más de mil científicos de 31 países, incluyendo a 49 que trabajan en siete universidades chilenas”.
Explicó que “el norte de Chile es un laboratorio natural único en el mundo por sus condiciones de cielos limpios, oscuros y secos para la instalación de sofisticados proyectos astronómicos”.
Añadió que “Chile se ha convertido en una plataforma mundial astronómica, albergando casi el 50 por ciento de las mayores instalaciones de observación astronómica del planeta y avanzando hacia el 75 por ciento hacia los inicios de la próxima década”.
El acuerdo incluye un protocolo que garantiza el 10 por ciento del tiempo de observación para proyectos de Chile y un fondo para promover la investigación conjunta en temas científicos.
ESO se comprometió a incorporar el proyecto en el marco de la European Research Infrastructure Consortium (ERIC) para que empresas chilenas puedan ser parte de las licitaciones que se requieran para su construcción.
Gracias al proyecto se podrán apreciar fenómenos astrofísicos del Universo extremo, como la vecindad de agujeros negros, el vacío cósmico, los remanentes del Big-Bang y el rol que cumplen las partículas cósmicas relativistas.