El máximo órgano de la ONU aprobó imponer el embargo de armas, la congelación de activos y la prohibición de viajar al exterior al líder del grupo rebelde, Abdul Malik al Houthi, así como al ex presidente yemení Ali Abdullah Saleh y a su hijo Ahmed Ali Abdullah Saleh.
La resolución también exige el acceso de ayuda humanitaria y que se garantice la seguridad de los civiles.
Rusia se abstuvo durante la votación. Moscú es un aliado de Teherán, del que a su vez se sospecha que está apoyando a los hutíes en Yemen.
Yemen se encuentra inmerso en una guerra civil. Los rebeldes hutíes tomaron hace meses la capital, Saná, y expulsaron al presidente, Abd Rabu Mansur Hadi, que huyó primero a Adén, en el sur del país, y luego, ante el avance de los hutíes hacia el sur, acabó por marcharse del país.
Los leales a Hadi reciben desde marzo apoyo de Arabia Saudí y otros ocho países sunitas que bombardean posiciones de los hutíes. (DPA)