Cuatro de los acusados fueron condenados a cadena perpetua, informó la web oficial Tianshin.net. Algunos de los acusados fueron condenados por pertenencia organización terrorista, incitación al odio racial y separatismo.
Estas condenas se inscriben en la gran campaña antiterrorista lanzada por las autoridades en la volátil región de Xinjiang, tras los últimos atentados ocurridos en la zona, que se saldaron con decenas de muertos.
Entre los condenados está el dueño de una tienda de artículos de cocina, que fue sentenciado a diez años de cárcel por colaboración. El condenado vendió varias cuchillas de picar y puñales a un hombre que los utilizó para un ataque en el que murieron dos personas. Después, destruyó el libro de registro de dichas ventas, protegiendo así al atacante.
Otro hombre fue condenado también a diez años de prisión por haber enviado a siete amigos un mensaje a través de su móvil incitando al odio racial. En 59 de los casos, el proceso comenzó el 25 de junio en Kahsga y concluyó con la lectura de sentencias este domingo.
El gobierno chino acusa de separatismo y terrorismo a la etnia uigur, mayoritaria en Xinjiang. Estos, por su parte, acusan a las autoridades de discriminación cultural y religiosa. Grupos de derechos humanos denunciaron un aumento de la represión contra este grupo musulmán y apuntan que no se les garantizan investigaciones ni procesos justos.
Según las autoridades chinas, en el primer mes de campaña antiterrorista fueron arrestados 380 sospechosos, se descubrieron más de una treintena de bandas y se incautaron 264 artefactos explosivos y 3.15 toneladas de material explosivo. A principios de mes fueron ejecutadas 13 personas condenadas por terrorismo. (DPA)