La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) debe asumir parte de la culpa por el ataque, que aprovecha las vulnerabilidades de las versiones obsoletas del programa Windows, señaló China Daily en un editorial.
De acuerdo al rotativo, el software maligno se basa en una herramienta que la agencia estadunidense creaó para su propio uso y que terminó en manos de criminales.
La escala del ataque muestra que en un mundo cada vez más interconectado, ningún país debe considerarse seguro contra las amenazas cibernéticas, precisa.
Hasta ahora no se han descubierto pistas sobre quién estaba detrás del software maligno, que bloquea los archivos de los usuarios y exige un pago de rescate de entre 300 dólares a 600 dólares para desbloquearlos.
Durante muchos años, la seguridad cibernética ha sido uno de los mayores fricciones en las relaciones bilaterales entre China y Estados Unidos, luego que Washington acusó a Beijing, de estar involucrado en el espionaje cibernético, aunque no ha ofrecido pruebas creíbles.
El incidente se registró cuando Beijing se prepara para aprobar una ley de seguridad cibernética de amplio alcance, que grupos empresariales de Estados Unidos han criticado porque supone una amenaza para las operaciones de las compañías extranjeras en China.
De acuerdo al diario, las dos principales economías del mundo deberán entablar un diálogo más significativo sobre la seguridad cibernética.
De hecho, es imperativo que los países y los organismos de seguridad de todo el mundo trabajen juntos para luchar mejor contra el delito cibernético y otras amenazas cibernéticas, como subrayó China en un plan de acción del ciberespacio publicado en marzo.
Después de todo, el ciberespacio no tiene fronteras. La cooperación, más que la confrontación, es la única manera de hacer del mundo virtual un lugar más seguro para todos, puntualizó.