Según el periódico "Los Angeles Times", cientos de manifestantes salieron a las calles de Murrieta, en el sur de California, para forzar la salida de los contingentes de centroamericanos sospechados de haber ingresado ilegalmente en el país. Los inmigrantes iban a ser ubicados por las autoridades locales en dicho estado hasta que su situación fuese resuelta por los tribunales a cargo.
A diferencia de los ciudadanos mexicanos, que son enviados inmediatamente de regreso a su país desde la frontera, quienes intentan ingresar sin documentos procedentes de naciones centroamericanas suelen poder permanecer un mes en suelo estadounidense hasta tener que comparecer ante la justicia local.
Sin embargo, muchos de esos inmigrantes nunca se reportan ante los tribunales y, según las estimaciones, ya suman 11 millones de personas que viven en el país sin documentación. "¡Regresen a sus casas!", gritaban muchos manifestantes en Murrieta este jueves, cuando lograron forzar la salida de los aproximadamente 140 inmigrantes.
"Esto es una invasión", reclamaba una ciudadana. "¿Por qué la Guardia Nacional no está actuando para evitar que ingresen?", cuestionó.
Los inmigrantes suelen cruzar la frontera en Texas, donde las capacidades para dar albergue a los indocumentados están sobrepasadas, por lo cual muchos de ellos son trasladados a otros estados a la espera de que se defina su situación.