Quienes atacan a "algunos musulmanes", deben de recordar las enseñanzas de Buda, dijo en respuesta a preguntas de medios sobre la crisis que se vive en Myanmar.
Me parece que en las circunstancias del pueblo Rohingya, Buda definitivamente lo hubiera ayudado, reiteró.
Recordó también que esta posición la había hecho del conocimiento hace varios años de la actual líder política de Myanmar, Aung San Suu Kyi, con motivo de una reunión de Premios Nobel, galardon que ambos han recibido.
El líder espiritual del budismo recibió el Premio Nobel de la Paz en 1989, y dos años después lo alcanzó la líder de Myanmar.
Al pueblo Rohingya, alrededor de 1.1 millones de personas, se le desconoce su nacionalidad en Myanmar y cientos de miles han sido obligados a huir a Bangladesh.
Se trata de una situación de décadas cuya más reciente crisis inició el 25 de agosto, cuando rebeldes de ese grupo étnico atacaron a fuerzas gubernamentales en el norteño estado de Rakhine, donde habita la mayoría de ellos.
La situación es confusa y con versiones encontradas, pues mientras refugiados rohingyas acusan al ejército de redadas y quemar sus pueblos, voceros oficiales dicen que aquellos mismos han quemados sus casas y asesinado a budistas e hindúes.
En materia de cifras se estima en 400 el número de muertos por el ejército de Myanmar, mientras que Naciones Unidas calcula en alrededor de 123 mil los refugiados en Bangladesh.
El Ejército de Salvación Arakan Rohingya (Arsa) ha ido en ascenso desde hace un año, y fue el que atacó el puesto de polícias el 25 de agosto que desató la actual crisis.
El International Crisis Group (ICG) indicó en un reporte de 2016 que el Arsa estaba dirigido desde Arabia Saudita por rohingyas que viven ahí y cuyo líder visible es Ata Ullah, nacido en Pakistán y quien creció en suelo saudita.
Sin embargo, un vocero de los rebeldes dijo al diario Asia Times que carecen de ligas con cualquier grupo yihadista y solo pretenden que se reconozca la etnicidad de los rohingya, indicó un análisis de la BBC.
Aun Sang Suu Kyi, quien vivió varios años recluida en su propia casa por órdenes del gobierno militar, rechazó la semana pasada que haya abusos contra ese grupo étnico y djo que se trataba de noticias falsas.
También ha rechazado que se realice limpieza étnica y se estima que está en una posición difícil pues la junta militar que gobernó Myanmar, aun conserva mucho poder.