"Desafortunadamente, hemos visto que iba a suceder, porque desde el principio de este año existe un nuevo 'modus operandi' con estos barcos pesqueros zarpando de la costa este de Libia, con un aumento del 600 %", dijo Johansson en una rueda de prensa.
La comisaria afirmó que aunque aún se desconocen todos los detalles del hundimiento del miércoles pasado, esta "parece ser la peor tragedia que hemos visto en el Mediterráneo".
"Los traficantes que subieron a estas personas al barco no los mandan hacia Europa, los mandan hacia la muerte", señaló.
Johansson dijo que la "coordinación" entre las distintas autoridades en el momento en que se avista una embarcación en el mar es "importante" y apostó también por seguir cooperando con los guardacostas libios y con los países de origen y de tránsito de los migrantes.
Aunque hoy continúan las labores de rescate, se desvanece la esperanza de poder encontrar a más náufragos con vida.
El balance oficial de muertos sigue siendo de 78 personas, todos varones, y 104 rescatados. Se calcula, no obstante, que la cifra de muertos puede ser de varios centenares porque se estima que en el barco viajaban entre 500 y 700 personas.
Las autoridades detuvieron la víspera a nueve personas de nacionalidad egipcias entre los rescatados, que se enfrentan a los cargos de formar una organización criminal para el tráfico ilícito de inmigrantes, causar un naufragio y poner vidas en peligro.