"La manipulación de la información y las interferencias son algo que la máquina de propaganda rusa usa activamente, acompañando su campaña militar en Ucrania, extendiendo información falsa entre su población sobre por qué ha tenido lugar esta invasión y cuál es la situación en Ucrania", dijo Borrell en un debate del Parlamento Europeo sobre las interferencias extranjeras en los procesos electorales europeos.
Los medios de la esfera del Kremlin, subrayó Borrell, llevan mucho tiempo "preparando el terreno" y pintando a Rusia y a sus ciudadanos como víctimas o al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, como un nazi, una marioneta de Occidente o un genocida.
"La historia siempre es interpretable, pero pensar que Zelenski es un nazi y está cometiendo genocidio contra los rusos no es algo que se pueda interpretar. El Kremlin ha mentido sistemáticamente sobre la situación militar y el sufrimiento de los ucranianos. Dicen que Ucrania bombardea a sus ciudadanos y provoca incidentes militares para culpar a Rusia", advirtió Borrell.
Estas acciones son "parte integral de la agresión" a Ucrania, dijo Borrell, quien también se refirió al "aislamiento" al que Rusia está sometiendo a sus ciudadanos con sus ataques contra los medios independientes o la sociedad civil o la prohibición de Twitter y Facebook en su territorio.
La Unión Europea "ha podido responder rápidamente en este aspecto porque no empieza de cero", añadió el jefe de la diplomacia europea, que recordó que el Servicio Europeo de Acción Exterior lleva siete años vigilando la manipulación informativa rusa y recopila en su página web cientos de casos de desinformación en los países más grandes de la UE "sobre elecciones, vacunas, Brexit o movimientos secesionistas en algunos países".
Bruselas está ya trabajando en un nuevo mecanismo que permita sancionar a "actores que distribuyan desinformación de manera maligna", adelantó el jefe de la diplomacia de la UE.
En un fragmento en español de su discurso, Borrell respondió también a las críticas por la suspensión europea de las emisiones de RT y Sputnik a raíz de la invasión rusa de Ucrania y recordó que "la información es el combustible de la democracia" y los ciudadanos ejercen como tal en base a la información que reciben para "juzgar a sus gobernantes o votar".
"Si la información es mala, la democracia es mala. Si la información está sistemáticamente sesgada y contaminada por mentiras, los ciudadanos no pueden tener un cabal conocimiento de la realidad y su juicio político esta sesgado", incidió Borrell.