Poco después de que el titular de Exteriores israelí, Israel Katz, anunciara en sus redes sociales hoy que Brasil abriría "una sede diplomática" en Jerusalén, Bolsonaro matizó que tendrá carácter comercial "para promover el negocio, la inversión, la tecnología y la innovación".
Netanyahu agradeció la decisión y consideró que podría ser "el primer paso" para una futura embajada de Brasil en Jerusalén.
El mandatario brasileño había prometido en campaña electoral mover la legación diplomática de Tel Aviv a Jerusalén, siguiendo los pasos de EE.UU. y en contra del consenso internacional, pero habría cedido por la oposición de parte de su Ejecutivo, que teme el alejamiento de países árabes con quienes mantiene fuertes lazos comerciales por la venta de carne halal (permitida para consumo por la ley islámica).
"Brasil es un país grande y riquísimo, estamos muy cerca del desarrollo por eso cada vez más nos aproximamos a países que están alineados con nosotros en las tradiciones, en la cultura, la democracia y la fe por Dios", declaró en una comparecencia conjunta con Netanyahu.
La consonancia entre los dos mandatarios fue constante y la intención de acercar más a los estados se concretó en la firma de seis acuerdos bilaterales en el campo de la seguridad, la aviación, ciencia y la tecnología, seguridad pública, cibernética y salud.
"Estamos en los albores de una gran era en nuestras relaciones: Brasil, que es una de las mayores potencias del mundo, e Israel, que es un país antiguo, pero una nueva potencia tecnológica importante", defendió Netanyahu tras una reunión de trabajo con Bolsonaro y su amplia comitiva.
La delegación del presidente incluye a los ministros de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, de Minas y Energía, Bento Costa Lima, así como a Marco Pontes, que ostenta la cartera de Ciencia y Tecnología, y Augusto Heleno Ribeiro, que encabeza el Ministerio de Seguridad Institucional.
Bolsonaro recordó en más de una ocasión su viaje a Israel en 2016, cuando todavía no era presidente y fue bautizado en el río Jordán, y sus declaraciones tuvieron un marcado carácter religioso.
"Llegué aquí como si hubiera llegado a casa", remarcó, y definió la visita como una "boda (entre dos países)" que van a traer muchos beneficios a "sus pueblos".
Netanyahu aludió a su visita de enero a Brasilia para la toma de posesión de Bolsonaro, cuando abrieron "un nuevo camino en la relación": "Y después de solo tres meses llega tu primera visita a Israel para llevar nuestras relaciones a una nueva fase", celebró.
"Quiero que sepa que tiene aquí un pueblo que ama a Brasil y un país que quiere una cooperación muy estrecha con Brasil bajo su dirección", remarcó el jefe de Gobierno israelí.
En un gesto especial, Netanyahu recibió por la mañana personalmente a Bolsonaro en el aeropuerto de Tel Aviv, y ofreció a la noche una cena en su honor en su residencia.
El presidente brasileño no tiene agenda con el lado palestino, que condenó hoy el anuncio de la apertura de una oficina comercial en Jerusalén, una medida similar a la llevada a cabo por Hungría el mes pasado con la apertura de una sede diplomática y la República Checa el año pasado instalando un consulado honorario en la Ciudad Santa.
Este lunes, el líder brasileño visitará la basílica del Santo Sepulcro, el templo más sagrado del cristianismo, y el Muro de las Lamentaciones, el lugar de culto más sagrado para los judíos, situados en la Ciudad Vieja, del este ocupado de Jerusalén, y que su oficina ha incorporado en el programa como parte de su estancia oficial en Israel, ocasionando las protestas de la Organización para la Liberación de Palestina.