Biden se trasladó a Delaware para asistir a un acto en el que rindió tributo a los soldados muertos en combate, a quienes se recordará este lunes en el Memorial Day, una fecha que marca para los estadounidenses el comienzo del verano y es motivo de reuniones y paseos en familia.
Este año se convirtió en el primer fin de semana festivo en el que los estadounidenses que se hayan vacunado podrán participar en actividades en espacios interiores o exteriores sin usar mascarilla, según las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Y el mismo gobernante así lo hizo. Durante su participación en el evento en Delaware se le vio sin mascarilla, al igual que a muchos de los asistentes.
En un breve discurso, Biden calificó a los militares como la "columna vertebral de la nación" y les expresó su gratitud.
Además, recordó a su hijo mayor, Beau, quien era veterano del Ejército y falleció en 2015, a los 46 años, de cáncer cerebral.
REUNIÓN CON PUTIN
Biden sacó tiempo igualmente para hablar de la reunión con Putin, en un momento en que la relación entre la Casa Blanca y el Kremlin atraviesa uno de sus puntos más bajos.
El gobernante estadounidense, que describió a su país como "único" y destacó que "cada generación de estadounidenses recibe un precioso regalo de libertad", señaló como su deber defender los derechos humanos.
"Tuve una larga conversación de dos horas recientemente con el presidente (chino) Xi (Jinping) en la que le dejé claro que no podíamos hacer otra cosa que defender los derechos humanos en todo el mundo", afirmó Biden.
"Me reuniré -continuó- con el presidente Putin en un par de semanas en Ginebra para dejar claro que no nos quedaremos de brazos cruzados y dejaremos que abusen de esos derechos".
La cumbre tendrá lugar en Ginebra al final del primer viaje al extranjero del mandatario estadounidense, quien tiene previsto trasladarse en junio a Reino Unido para asistir a la reunión del G-7 y luego pasar a Bruselas, donde participará en una cumbre de la OTAN y en un encuentro con la Unión Europea.
El Kremlin, sin embargo, ha descartado un reinicio de las relaciones con Estados Unidos tras la cumbre entre ambos presidentes.
En marzo pasado, Moscú llamó a consultas a su embajador en Washington, Anatoli Antónov, después de que Biden llamara "asesino" a Putin y desde entonces no ha vuelto.
Y tras el anuncio de sanciones por parte de EE.UU., en abril pasado, -que incluyeron la expulsión de diez integrantes de la misión diplomática de ese país-, Rusia convocó al embajador estadounidense, John Sullivan, y le recomendó que abandonara el país para consultas con sus superiores, consejo que siguió poco después.
UN FERIADO SIN MASCARILLA
Entretanto, millones de estadounidenses disfrutaban de un fin de semana largo en el que las restricciones para prevenir la pandemia han empezado a moderarse ante el porcentaje cada vez mayor de personas vacunadas.
"Estoy encantado de ver que Estados Unidos vuelve a ponerse en movimiento", dijo este domingo el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, al programa "This Week" de la cadena ABC News.
Aunque admitió que el país no ha vuelto "a la normalidad todavía", ya que aún no está fuera de peligro por la pandemia, el funcionario consideró que se está viendo "un gran progreso", en el que el "punto de inflexión" ha sido la vacuna.
Según los CDC, unos 134.4 millones de personas (40.5 % de la población) están completamente vacunadas en EE.UU., mientras que el 50.3 %, -alrededor de 167,1 millones- ha recibido al menos una dosis.
La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, en inglés) reveló que este viernes, cuando arrancó el puente festivo del Memorial Day, unos 1.9 millones de personas se movilizaron por los aeropuertos del país, cifra no vista desde el comienzo de la pandemia.
Los CDC han dispuesto que la mascarilla debe usarse en medios de transporte y algunos lugares donde el contagio puede ser más fácil o poner en riesgo a poblaciones vulnerables.