"He ordenado a las fuerzas de seguridad que se preparen en consecuencia y estén en alerta, también sobre la preocupación por los ataques de imitación", declaró Benet tras el segundo incidente de este tipo en menos de una semana en el centro de la ciudad.
Fadi Abu Shekheidem, palestino de 42 años del campo de refugiados de Shuafat e identificado como miembro del movimiento islamista Hamás, disparó con un subfusil que dejó un muerto y un total de cinco herido, entre ellos un civil de 26 años que continúa hospitalizado.
Los tres restantes son un civil y dos agentes policiales, heridos de levedad.
El atacante fue "neutralizado" -término utilizado para informar de que fue abatido-, por la Policía israelí en el lugar de los hechos, en las inmediaciones de la Explanada de las Mezquitas.
El ministro israelí de Seguridad Pública, Omer Bar Lev, declaró al Canal 12 que Shekheidem era un conocido miembro de Hamás y que su esposa había salido del país hacía tres días lo que dijo indica que "el ataque estaba planeado".
Aunque según medios habría actuado por su cuenta, los movimientos islamistas Hamás y Yihad Islámica celebraron la agresión.
“El mensaje de la heroica operación lleva una advertencia al enemigo criminal y su Gobierno para detener los ataques a nuestra tierra y nuestros lugares sagrados”, declaró Hamás en un comunicado.
En él que se refirió a "un estado de arrogancia contra la Mezquita Al-Aqsa, Silwan, Sheikh Jarrah", estos últimos barrios de Jerusalén Este, con órdenes de expulsión entre los residentes, que desencadenó la escalada bélica de mayo.
El pasado miércoles, un palestino de 16 años, también de Jerusalén Este ocupado, hirió con un cuchillo a dos policías israelíes tras lo que fue abatido, en una de las arterias de la ciudad amurallada.
"Necesitamos estar más en alerta y prevenir futuros ataques", anunció hoy Benet.
La Ciudad Vieja de Jerusalén es una de las zonas más calientes en el conflicto entre palestinos e israelíes y los incidentes en torno a ella suelen tensar la situación.